Mecanismos de defensa segun freud pdf




















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Conozcamos estos Mecanismos de Defensa :. La carga emocional adherida a una fuente, evento o persona, se redirigen por un proceso inconsciente hacia otra fuente que pueda ser admisible a la consciencia por el Yo.

Como expresiones del Desplazamiento tenemos:. Proceso mediante el cual transferimos y adherimos hacia una persona del presente, sentimientos o carga emocional que se encuentra adherido a una persona de nuestro pasado.

A un sustituto consciente, generalmente inofensivo, le adherimos la ansiedad que estuvo adherida a determinada fuente inconsciente. Consiste en transferir a distintas partes del cuerpo, nuestros sentimientos dolorosos.

Relacionado principalmente con la histeria. Estos son:. El Yo internaliza cualidades buenas y malas del mundo externo y las integra en la Psiquis.

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Defensa contra el instinto y resistencia. Defensa contra los afectos. Manifestaciones defensivas permanentes. Mecanismos de defensa. Defensa instintiva por la angustia real u objetiva en la neurosis infantil. Defensa instintiva por la angustia frente a la fuerza del instinto. Otros motivos de la defensa instintiva.

Los motivos de la defensa contra los afectos. Una forma de altruismo. El yo y el ello en la pubertad. La angustia instintiva durante la pubertad.

El ascetismo de la pubertad. Por todo ello -tiene la certeza de brindarle -un material valioso que contesta a sus mejores intereses. El yo como observador. Pasaje de los impulsos de una infancia a otro proceso primario y proceso secundario.

El ello el superyo en la autopercepcion. En esta imagen, el yo, de acuerdo con el impulso instintivo, no se destaca. El yo, por su parte, tornase desconfiado, inicia contrataques y avances en el territorio del ello. Ya no contemplamos un impulso no deformado del ello, sino un impulso del ello modificado por los recursos defensivos del yo. Todas las medidas defensivas del yo contra el ello ocurren en forma silenciosa e invisible. En el curso del desarrollo infantil, tales formaciones producense de una manera casi inadvertible.

Podemos comprobar que, hasta, este, punto, la totalidad de las informaciones de, importancia nos han sido suministradas por el estudio de las i rrupciones del lado opuesto del ello al yo. El yo como factor perturbador. Sus tecnicas restantes. La transferencia -su importancia. Su valar para, el conocimiento del paciente. Su escaso beneficio terapeutico. Dificultad de manejo. El peligro de la unilateralidad su ilustracion por el analisis infantil.

El yo permanece silencioso un tiempo, y los derivados del ello aprovechan este reposo para irrumpir en la conciencia. El analista se apresura a tomar conocimiento de sus expresiones. El conocimiento de dichas vinculaciones nos faculta para extraer conclusiones precisas acerca de las manifestaciones conscientes de lo inconsciente, sin necesidad de deshacer previa y penosamente toda una medida defensiva del yo.

Se las puede emplear con ventaja. Pueden darse en cualquier momento en que por cualquier, circunstancia, la vigilancia del yo resulta disminuida, o desviada, y cuando por cualquier motivo un impulso inconsciente recibe un inopinado refuerzos. De ordinario, el enfermo coopera gustosamente con nosotros en la labor interpretativa. Es conocido el frecuente reproche a los analistas de que pueden ser grandes conocedores del in- consciente pero malos jueces del yo de sus analizados.

Pero, naturalmente, todo cuanto proviene del yo es asimismo una resistencia en el verdadero sentido de 1a. El analista como colaborador y como perturbador frente y los impulsos del ello. El yo del paciente y el analista. Defensa, del yo contra los afectos asociados a los impulsos -instintivos. Desgraciadamente la clara objetividad que le otorga esta postura se ve perturbada por diversas circunstancias. Desde este punto de vista, el analista parece ser el colaborador y liberador de los elementos reprimidos del ello.

Cuando pretende rechazar las exigencias instintivas, la primera tarea del yo es siempre lograr un acuerdo con estos afectos. Otros modos especiales de defensa. La tarea del psicoanalista. Los procesos de defensa, la histeria y la neurosis obsesiva.

Historia de una enferma. Es la hija intermedia de una familia compuesta de una serie de hermanos y hermanas. Finalmente, la envidia y los celos combinaronse en una fuerte hostilidad contra la madre. Sin embargo, este odio desplazado fue causa de numerosos padecimientos. Cualquier motivo que provocara en ella sentimientos de envidia, celos u odio, reactivaba sus mecanismos defensivos.

Comparemos estos procesos con sus correspondientes relaciones en una histeria o en una neurosis obsesiva. Limita su actitud, con lo cual previene el encuentro con todas aquellas situaciones susceptibles de favorecer el retorno de lo reprimido. Combates entre el yo y el instinto. Necesidad de influir sobre la realidad. Defensa, instintiva. Por la angustia frente a la fuerza del instinto. Los motivos de la defensa contra, los afectos. En rigor, los motivos para la defensa afectiva previenen simplemente de los combates entre el yo y el instinto.

De otra parre, cuando anulamos la defensa establecida por el mundo externo, surge la angustia objetiva.



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